El día que Indurain casi pierde el Tour
Dentro de tres días (concretamente el próximo 28) será el cumpleaños del gran Claudio Chiapucci, que aún sigue montando en bicicleta a menudo y lleva la representación de una marca de productos energéticos para deportistas.
Dicha onomástica me ha recordado sus grandes duelos con Miguel Indurain y especialmente, el que protagonizaron en 1992.
Mucha gente considerá que Miguel ganó sus cinco Tours con la gorra (Ay que mala es la memoria), pero hubo un par de ocasiones en que lo pasó relamente mal.
En 1992, durante la 13ª etapa, una jornada alpina que transcurría en Sestriere, Claudio Chiapucci se escapó practicamente de salida (era un corredor bravo, eso es indiscutible). Coronó en primera posición los puertos de Les Saises, Cormet de Roselend, Iseran y Le Mont-Cenis, llegando finalmente a Sestriere en solitario y ganando la etapa por todo lo alto.
Indurain, que al final se vió en la obligación de partir en solitario a la caza de Chiapucci, sufrió una pajara de las buenas en la ascensión a la estación de esquí piamontesa y llegó a meta literalmente destrozado, no se tenía ni en pie, aunque finalmente pudo salvar el Tour.
En otra ocasión, en 1995 (ya sin Chiapucci de protagonista), durante la 12ª etapa, Laurent Jalabert, entonces en la ONCE, puso contra las cuerdas a Indurain ayudado de Melcior Mauri y Neil Stephens. Los tres se escaparon, superando los 9 minutos de ventaja que Indurain llevaba en la general.
El Banesto estaba contra las cuerdas, sin embargo "milagrosamente" encontró la colaboración de la mayoría de escuadras del pelotón, para desesperaci´´on de Manolo Saiz, que acuso a Echevarri de comprar a las escuadras. Al final Jalabert ganó con 5 minutos de ventaja, pero Indurain mantuvo el jersey de lider.
Dicha onomástica me ha recordado sus grandes duelos con Miguel Indurain y especialmente, el que protagonizaron en 1992.
Mucha gente considerá que Miguel ganó sus cinco Tours con la gorra (Ay que mala es la memoria), pero hubo un par de ocasiones en que lo pasó relamente mal.
En 1992, durante la 13ª etapa, una jornada alpina que transcurría en Sestriere, Claudio Chiapucci se escapó practicamente de salida (era un corredor bravo, eso es indiscutible). Coronó en primera posición los puertos de Les Saises, Cormet de Roselend, Iseran y Le Mont-Cenis, llegando finalmente a Sestriere en solitario y ganando la etapa por todo lo alto.
Indurain, que al final se vió en la obligación de partir en solitario a la caza de Chiapucci, sufrió una pajara de las buenas en la ascensión a la estación de esquí piamontesa y llegó a meta literalmente destrozado, no se tenía ni en pie, aunque finalmente pudo salvar el Tour.
En otra ocasión, en 1995 (ya sin Chiapucci de protagonista), durante la 12ª etapa, Laurent Jalabert, entonces en la ONCE, puso contra las cuerdas a Indurain ayudado de Melcior Mauri y Neil Stephens. Los tres se escaparon, superando los 9 minutos de ventaja que Indurain llevaba en la general.
El Banesto estaba contra las cuerdas, sin embargo "milagrosamente" encontró la colaboración de la mayoría de escuadras del pelotón, para desesperaci´´on de Manolo Saiz, que acuso a Echevarri de comprar a las escuadras. Al final Jalabert ganó con 5 minutos de ventaja, pero Indurain mantuvo el jersey de lider.
Los de la ONCE irían dopados hasta las cejas.
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