Hoy toca lección de ciclismo: las bajadas

Seguro que todos hemos leído en alguna ocasión algún artículo sobre como afrontar las bajadas o descensos en la bicicleta de carretera. Y seguro que en esos artículos nos daban todo tipo de información acerca de la distribución de pesos, la entrada en las curvas, la frenada, la trazada y no se cuantas cosas mas, que están muy bien siempre y cuando se parta de un detalle pequeño y fundamental, al que en la mayoría de esos artículos ni siquiera se menciona: Donde agarrarse en el manillar.
Hace un par de fines de semana, me acerque a animar al personal en una de esas marchas cicloturistas que en estas fechas, se desarrollan en gran parte de las carreteras españolas. Al contrario de lo que suele ser habitual, decidí ver el paso de los ciclistas en un descenso en vez de en una ascensión y lo que tuve ocasión de ver no me gustó nada. La mayoría de los cicloturistas bajaban agarrados a las manetas de freno/cambio de la bicicleta y solo un pequeño porcentaje lo hacía agarrado a la curva del manillar, a su parte inferior. Este hecho me llamó aún mas la atención por la circunstacia de que había llovido y la carretera estaba mojada.
Como ejemplo os dejo una foto de mi buen amigo Fran (Fran no me lo tengas en cuenta) descendiendo el Portalet y rodeado de otros cicloturistas, agarrados todos a la parte superior del manillar.

























En el descenso, es fundamental el centro de gravedad del conjunto bicicleta/ciclista. Como ya casi todos sabreis, cuanto mas bajo es el centro de gravedad de algo (una motocicleta, una bici, etc.) mas facil es su manejo y mas dificil es que pierda el equilibrio. Por esto los ciclistas profesionales llevan cuadros de la talla mas pequeña posible, rebajando así su centro de gravedad y mejorando su manejabilidad.
Al descender con las manos en las manetas, lo que hacemos es que el centro de gravedad del conjunto bici/ciclista sea mas alto y por tanto la posibilidad de que nos vayamos al suelo se incrementa significativamente, a ello se suma que la capacidad de un frenado efectivo se reduce por la posición en la que llevamos las manos, y todo ello se agrava considerablemente si la carretera está mojada.
Se que la costumbre de llevar esa posición y la comodidad de la misma, es la que nos empuja a descender así pero hemos de ser conscientes del peligro que conlleva, y ello sin entrar a valoraciones de resistencia al aire y por tanto esfuerzo extra que nos supone.
Por último, para terminar esta entrada, otro consejo adquirido mas en mi experiencia como motero que como ciclista, y del que tampoco se suelen hacer eco los artículos relacionados con la forma de afrontar los descensos: cuando se va a gran velocidad (como en los descensos) uno de los puntos mas fundamentales de la entrada en curva es la mirada, si si, la mirada. Tenemos la costumbre de que cuando entramos en una curva y estamos trazando, tener la mirada posada un metro o dos por delante de nuestra rueda delantera (visualizarlo por favor). Eso es un error garrafal, nuestra visión siempre ha de estar enfocada en donde queremos ir, es decir, al entrar en la curva nos fijaremos en el final de la misma (que será el punto al que queremos llevar la bicicleta) y en todo momento nos fijaremos ahí dejando olvidada por completo nuestra rueda delantera. Si seguis este consejo vereis como vuestro paso por curva mejora considerablemente y os ahorrais un par de sustos importantes.

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