¿Acierta Contador con el momento de su retirada?
Como ya todos sabréis, Contador comentó el otro día, en la presentación de los equipos de su fundación, que posiblemente el 2016 sea el último año que se le vea sobre una bicicleta a nivel profesional.
Él siempre ha defendido que solo seguirá mientras tenga piernas para seguir ganando grandes vueltas, y que por tanto, quiere retirarse en el punto álgido de su carrera deportiva, sin esperar a su declive.
Ante esta declaración ha habido un gran revuelo en el mundo del ciclismo. Unos, los compañeros de profesión, en general han expresado su sentir ante tal noticia desde un punto de vista comparativo, como el caso de Froome, que ha declarado que él seguirá, si puede, hasta los 40.
Otros, el mundillo alrededor (prensa, patrocinadores, jefes de equipo) lo ven mas como el fin de un ciclo. La marcha de Alberto, junto con la mas que probable en un futuro cercano de Valverde y Purito, nos deja huérfanos de grandes nombres. Sin que los que vienen por detrás empujen lo suficiente para poder rellenar un hueco tan grande, y todo lo que ello significa (sobretodo a nivel de apoyos y publicidad).
Yo no se que decir, por un lado entiendo a ciclistas como Alberto o Indurain en su día, que entienden que es mejor bajarse cuando estas al mas alto nivel que verte decaer. Sobretodo creo que, este tipo de corredores son auténticos depredadores de ansia de victoria, y si saben que no van a poder alcanzarla, toda la motivación desaparece. Aparte también influye la presión social, la imagen que representan y lo que los aficionados ven en ellos. Tienen claro que no quieren defraudar.
Por otro lado, como cicloturista que soy, me siento muy identificado con gente como Basso, Horner, Rebellin, Voigt, o el propio Froome (según sus declaraciones). Gente que le apasiona la bicicleta hasta tal punto que posiblemente se les hace difícil verse haciendo otra cosa, que solo quieren pedalear mientras el cuerpo aguante y disfrutar de ello. Difícil elección.
Al final cada corredor conoce mejor que nadie esa combinación de mentalidad-físico-proyecto (de carrera y alternativos) que les hace estar centrados cada año en dar pedales. Llega un momento en que alguno de los dos primeros pilares se viene abajo o el tercero cambia y entonces es el momento de decir adiós. Incluso alguno se arrepiente posteriormente y regresa.
Sea como sea Alberto, que sea para bien. Sin lugar a dudas, te has ganado el derecho a decidir sin que nadie lo discuta.
Él siempre ha defendido que solo seguirá mientras tenga piernas para seguir ganando grandes vueltas, y que por tanto, quiere retirarse en el punto álgido de su carrera deportiva, sin esperar a su declive.
Ante esta declaración ha habido un gran revuelo en el mundo del ciclismo. Unos, los compañeros de profesión, en general han expresado su sentir ante tal noticia desde un punto de vista comparativo, como el caso de Froome, que ha declarado que él seguirá, si puede, hasta los 40.
Otros, el mundillo alrededor (prensa, patrocinadores, jefes de equipo) lo ven mas como el fin de un ciclo. La marcha de Alberto, junto con la mas que probable en un futuro cercano de Valverde y Purito, nos deja huérfanos de grandes nombres. Sin que los que vienen por detrás empujen lo suficiente para poder rellenar un hueco tan grande, y todo lo que ello significa (sobretodo a nivel de apoyos y publicidad).
Yo no se que decir, por un lado entiendo a ciclistas como Alberto o Indurain en su día, que entienden que es mejor bajarse cuando estas al mas alto nivel que verte decaer. Sobretodo creo que, este tipo de corredores son auténticos depredadores de ansia de victoria, y si saben que no van a poder alcanzarla, toda la motivación desaparece. Aparte también influye la presión social, la imagen que representan y lo que los aficionados ven en ellos. Tienen claro que no quieren defraudar.
Por otro lado, como cicloturista que soy, me siento muy identificado con gente como Basso, Horner, Rebellin, Voigt, o el propio Froome (según sus declaraciones). Gente que le apasiona la bicicleta hasta tal punto que posiblemente se les hace difícil verse haciendo otra cosa, que solo quieren pedalear mientras el cuerpo aguante y disfrutar de ello. Difícil elección.
Al final cada corredor conoce mejor que nadie esa combinación de mentalidad-físico-proyecto (de carrera y alternativos) que les hace estar centrados cada año en dar pedales. Llega un momento en que alguno de los dos primeros pilares se viene abajo o el tercero cambia y entonces es el momento de decir adiós. Incluso alguno se arrepiente posteriormente y regresa.
Sea como sea Alberto, que sea para bien. Sin lugar a dudas, te has ganado el derecho a decidir sin que nadie lo discuta.
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