Carlos Verona abandona el Etixx a mitad de temporada

Nos hemos levantado este fin de semana con una noticia sorprendente por lo inusual y también por el protagonista. Carlos Verona abandona el Etixx para irse con los australianos del Orica.
Y digo sorprendente, porque hacía bastante tiempo que no se veía a un corredor (al menos del WorldTour) cambiar de equipo a mitad de temporada (correrá ya las próximas carreras, como la Vuelta en el equipo aussie). Además se trata de Verona, un corredor que pese a su juventud, es del 92, ya puede presumir de 6 años en la élite y varias grandes vueltas a sus espaldas.
Patricia Lefevere, su hasta ahora director de equipo, ya se ha apresurado a quejarse amargamente de este cambio de equipo de Verona, asegurando que no entraba en sus planes desprenderse de él y que Verona ha sido un desagradecido, ya que palabras textuales de Lefevere: "le he mantenido en el equipo los últimos 5 años, la mayoría del tiempo lesionado o enfermo y ahora que hace dos Carreras buenas se va".
Aunque esto no deja de ser una pataleta del belga, no deja de tener parte de razón, y me explico: siempre he dicho que la escasez de relevo a la actual generación de grandes ciclistas españoles que está a punto de agotarse (Contador, Valverde, Purito, etc.), es consecuencia principalmente de la falta de equipos (eso está claro) y de que los ciclistas españoles se hacen más tarde que los de Europa del centro y del este. Mientras que los holandeses y belgas alcanzan su madurez con veintipocos años (casos como el de Gilbert en su momento o Stiuvens actualmente), el ciclista español necesita mucho más tiempo para madurar, explotando muchas veces a los 27 o 28 años. El problema es que para que el ciclista llegue a esa edad aún compitiendo, necesita tener equipo para correr (es de cajón) y por tanto necesitan de alguien que tenga la paciencia de mantenerlo y cuidarlo hasta que explote. Ahí la labor del Etixx es innegable con sus corredores, el propio Verona es un caso claro, también De La Cruz o Enric Más (que ha fichado para el año que viene). Y por ello el cabreo de Lefevere tiene su justificación.
Nosotros nos alegramos por Verona, al que consideró un gran corredor de futuro, pero no quiero dejar de mimar ni aplaudir a los equipos como el Etixx, que acogen a nuestros corredores, los miman y permiten que estos se desarrollen. La otra opción es colgar la bicicleta o irse a correr a países como Portugal, China, Emiratos, etc. En los que los sueldos y condiciones dejan bastante que desear.

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