A vueltas con los frenos de disco

Llevamos ya semanas con el tema de los frenos de disco, concretamente desde que Ventoso sufriese una caída en la Paris Roubaix y fuera cortado profundamente en una de sus rodillas. A partir de ahí ha sido una historia para no dormir. Primero la UCI los prohibió en todo evento organizado bajo su auspicio, esto llevo a que determinadas federaciones (entre ellas la española) hiciesen lo mismo, y por tanto llego el tsunami hasta la organización de marchas cicloturistas, que en muchos casos prohibieron acudir a las mismas con bicicletas con disco.
Ahora la UCI, tras reunirse con los productores de bicicletas, o lo que es lo mismo, tras bajarse los pantalones ante las presiones de los mismos, ha decidido que en pruebas cicloturistas no hay problema y que, seguramente, para los profesionales a partir de junio tampoco.
Este último giro ha dejado a algunos organizadores con  el culo al aire (por ejemplo, los de la quebrantahuesos) que han tenido que dar marcha atrás en su prohibición y volver a admitir este tipo de bicis en sus pruebas. Simplemente de traca.
Iba a decir que el perjudicado es el de siempre, el cicloturista de a pie que sin comerlo ni beberlo ve como no sabe a ciencia cierta si podrá llevar su flamante bicicleta con frenos de disco a su marcha preferida (sea la que sea), pero es que no somos los perjudicados, somos los culpables.
Culpables por dejarnos engañar como borregos para gastarnos un pastizal en bicicletas con novedades que no sirven para nada y que solo hacen para seguir vendiendo bicicletas y seguir sacándonos los cuartos.

La federación española autoriza ahora los frenos de disco en las marchas cicloturistas


Llevo una temporada viendo desde la barrera como nos venden la moto una y otra vez con novedades que no son tal o mejoras que mejoran poco o nada, salvo sus bolsillos.
Podemos hablar de los famosos cascos integrales (orinales casi todos) que no es mas que el casco sin apenas ventilación de toda la vida, que ya existía hace 20 años y fue evolucionando a mejor (por ventilación, ligereza y resistencia) para ahora volver atrás esos 20 años y que encima nos parezca una pasada y paguemos un dineral por ellos.
Podemos hablar también de los famosos grupos electrónicos. Sacrilegio, diréis muchos, si funcionan de vicio. Sí, y también su homologo mecánico y vale de media mil euros menos. ¡Ya, pero el electrónico no se desconfigura y el otro de vez en cuando si y es una molestia¡. Claro, los cambios Dura Ace o Ultegra mecánicos (por mencionar alguno) se desconfiguran muchísimo (modo irónico on) y es un coñazo ajustarlos, pero no nos cuesta nada tener que poner a cargar la batería del electrónico y ay¡ como se te olvide y te quedes sin carga en mitad de una ruta.
Y finalmente podemos hablar de lo que estamos hablando, los frenos de disco. ¿Pero de verdad habéis echado alguna vez de menos un freno de disco? porque aquí de lo que estamos hablando es de la necesidad de mejorar la frenada ¿para qué? ¿en que casos?. En un descenso de carretera la necesidad de tocar el freno es mínima, únicamente para posicionar la bici en las entradas en curva, y diría que en esos casos es mejor no tener disco. Ahora bien, que si necesitas frenar en seco en cada curva a ti lo que te hace falta es un curso acelerado de manejo de la bici, no un freno de disco. Y puestos a divagar, si algún día entras pasado de velocidad en una curva o a punto de chocarte contra algún objeto, la potencia de un freno de disco, la posibilidad de clavar el freno y frenar en seco, no se si es beneficiosa o perjudicial, pensarlo bien.
Pero bueno, todas estas disquisiciones están por debajo de una de las primeras leyes del universo: cada uno que se gaste las pasta en lo que le de la gana. Eso si que no me lo vendan como la revolución de la bici, el maná de las ideas, el sumum del ciclismo. Es una idea mas para demostrar lo borregos que somos, reírse de nosotros y sacarnos la pasta. Porque seguramente, un día no muy lejano, a otro iluminado de la industria de la bici se le ocurrirá que hay que poner un amortiguador delantero en las bicicletas de carretera. Que es algo fundamental, porque generalmente no hace mucha falta, pero oye, que pasa cuando coges un bache, lo incomodo que es eso. Y no sabremos como hemos podido vivir sin ello hasta ahora, y se abrirá un debate de la hostia entre los que estén a favor y los detractores (¿os suena? igualito que con los frenos de disco), e iremos como borregos a comprar esas nuevas maquinas que nos costarán mas que un coche, mientras el genio de la idea se descojona en el sofá de su despacho pensando en lo gilipollas que somos y en que se va a gastar la pasta gansa que va a ganar por ello.

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