La salud de los ciclistas vale menos que nada
Acabo de ver las fotos de la llegada de ayer de la Vuelta al País Vasco y todavía estoy alucinando en colores. Me refiero, por supuesto, a los bolardos que provocaron la caída masiva a 300 metros de la meta, tapados por unos conos de obra.
Imaginaros que vais a 60 kms/hora en un pelotón de otros 200 ciclistas, a 160 pulsaciones por minuto, y menos de 500 metros de la meta. Imaginaros ahora que dais una curva a izquierdas y os encontráis con esto de la foto, sin tiempo para frenar, sin tiempo para esquivarlo. Pues eso es lo que pasó ayer. Resultado: 5 ciclistas con diversas fracturas al hospital, y pudieron ser muchos mas.
Se que es solo un error, que además la Vuelta al País Vasco es una carrera de gran nivel donde cuidan mucho los detalles, pero precisamente eso es lo preocupante.
Los ciclistas ya llevan tiempo quejándose de que no se mira por su salud. Cuando no es el doping, son recorridos inhumanos en pro del "espectáculo", sino condiciones meteorológicas extremas (como la última Tirreno o el Tour de Flandes) o coches de la carrera que atropellan ciclistas. Aquí nada se suspende, nada se para.
La gran culpa la tienen los propios ciclistas, cuya desunión la mayoría de las veces impide que estas protestas vayan a mas, que realmente se les tome en serio, que se les escuche.
Y los aficionados nos estamos acostumbrando a noticias de ciclistas con fracturas en diversas carreras, como si fuera algo normal. A veces se nos olvida que una fractura de fémur, por ejemplo, arrastra un sufrimiento detrás prácticamente inenarrable, pero nos da igual. Al día siguiente nos sentamos delante del televisor de nuevo para ver a estos ciclistas dejarse hasta el último aliento por ganar, y no pensamos que será del pobre desgraciado que se cayó ayer, como habrá pasado la noche, si le duele o no, ni que será de él los próximos 6 meses intentando recuperarse.
Pero cuando la desgracia vaya un poco mas allá, y se mate un ciclista, nos llevaremos las manos a la cabeza, con nuestra hipocresía habitual, y diremos que se veía venir.
Ya esta bien, hay que apoyar a estos deportistas que se dejan el alma en cada carrera, que ofrecen espectáculo siempre a costa de su salud. Porque si esto pasa en País Vasco, que no pasará en carreras de menor nivel (coches que se cruzan, espectadores atropellados, etc.).
Esto ha sido solo un error, pero que será lo siguiente...
Imaginaros que vais a 60 kms/hora en un pelotón de otros 200 ciclistas, a 160 pulsaciones por minuto, y menos de 500 metros de la meta. Imaginaros ahora que dais una curva a izquierdas y os encontráis con esto de la foto, sin tiempo para frenar, sin tiempo para esquivarlo. Pues eso es lo que pasó ayer. Resultado: 5 ciclistas con diversas fracturas al hospital, y pudieron ser muchos mas.
Se que es solo un error, que además la Vuelta al País Vasco es una carrera de gran nivel donde cuidan mucho los detalles, pero precisamente eso es lo preocupante.
Los ciclistas ya llevan tiempo quejándose de que no se mira por su salud. Cuando no es el doping, son recorridos inhumanos en pro del "espectáculo", sino condiciones meteorológicas extremas (como la última Tirreno o el Tour de Flandes) o coches de la carrera que atropellan ciclistas. Aquí nada se suspende, nada se para.
La gran culpa la tienen los propios ciclistas, cuya desunión la mayoría de las veces impide que estas protestas vayan a mas, que realmente se les tome en serio, que se les escuche.
Y los aficionados nos estamos acostumbrando a noticias de ciclistas con fracturas en diversas carreras, como si fuera algo normal. A veces se nos olvida que una fractura de fémur, por ejemplo, arrastra un sufrimiento detrás prácticamente inenarrable, pero nos da igual. Al día siguiente nos sentamos delante del televisor de nuevo para ver a estos ciclistas dejarse hasta el último aliento por ganar, y no pensamos que será del pobre desgraciado que se cayó ayer, como habrá pasado la noche, si le duele o no, ni que será de él los próximos 6 meses intentando recuperarse.
Pero cuando la desgracia vaya un poco mas allá, y se mate un ciclista, nos llevaremos las manos a la cabeza, con nuestra hipocresía habitual, y diremos que se veía venir.
Ya esta bien, hay que apoyar a estos deportistas que se dejan el alma en cada carrera, que ofrecen espectáculo siempre a costa de su salud. Porque si esto pasa en País Vasco, que no pasará en carreras de menor nivel (coches que se cruzan, espectadores atropellados, etc.).
Esto ha sido solo un error, pero que será lo siguiente...
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