A vueltas con el trazado de La Vuelta

El pasado 17 de diciembre se presentó el trazado de la tercera grande del calendario, La Vuelta, y por supuesto no ha dejado indiferente a nadie, con varias polémicas servidas.

La primera y más importante es que se ha dejado completamente de lado el norte del país. Esto se puede interpretar de varias maneras, podemos pensar en que hay que ir rotando las zonas del país por las que pasa la carrera, ya que no puede llegar a todos los sitios el mismo año (aunque llamándose Vuelta a España habría que intentar que fuesen los máximos posibles) y hora tocaría la zona sur, que otros años se ha dejado fuera. Si no somos tan bien pensados, podemos interpretar esto como un castigo, porque si pensamos en el año pasado, en esta zona estuvo el foco de las protestas contra Israel en la última edición, y además sería un modo de prevenir que se repitan incidentes. Cada uno que saque sus conclusiones.

                                                            Diario AS

La segunda, relacionada con la primera, es que no llegas a una buena parte de España, pero recorres cuatro países diferentes. Que conste de partida que creo que a todos nos gusta que “de vez en cuando” las grandes vueltas se internacionalicen, vamos, que está bonito ver salir La Vuelta desde Holanda, Mónaco o donde sea, además todos somos conscientes del dineral que eso deja en las arcas de la organización. Ahora bien, el problema es cuando eso se institucionaliza, y ya todos los años hay una salida de estas, dejando 3 o 4 etapas fuera de España, “robándoselas” por tanto a los aficionados patrios que podrían ver pasar a los corredores por sus territorios. Esto es aún mas flagrante cuando, como este año, dejas sin visitar gran parte del vasto territorio de nuestro país y haces 4 etapas fuera.

El tercer punto que llama la atención es que, una vez escudriñado el recorrido, uno se da cuenta que es toda La Vuelta por el mediterráneo y Andalucía, es decir, los sitios más cálidos del país. Si un problema tiene La Vuelta los últimos años es precisamente ese, las altas temperaturas y como afectan a los corredores y al desarrollo de la carrera, y evidentemente las probabilidades de que te cojan días de mas de 40 grados aumentan exponencialmente en estas zonas.

Un último punto en el que quiero entrar a valorar, que puede estar enlazado con el anterior, es la dureza de La Vuelta. No olvidemos que va a tener 10 parciales de media o alta montaña, con siete finales en alto, más dos cronos individuales. El desnivel positivo acumulado en total será de 58156 metros, que, al menos en 2026, será la cantidad máxima entre las tres grandes puesto que el Tour escalará 54450 y el Giro 49150.

Esto que nos podría alegrar por el posible espectáculo que ello conlleva, no siempre es así, sobran experiencias pasadas en las que más montaña no ha garantizado espectáculo sino todo lo contrario, por el famoso “negative racing”, es decir, que por temor a tanta dureza los ciclistas sean más conservadores.

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