El ciclista español, especie sin peligro de extinción

En la naturaleza todas las especies son a la vez depredadores y presas, bueno, todas menos una. Siempre hay una especie que está en la cima de la cadena alimenticia y que domina sobre todas las demás, no viéndose amenazada por ninguna otra.

En el mundo del ciclismo esos son Pogacar, Vinnegard, Van Aert, Van der Poel, Roglic y Remco. Y durante mucho tiempo fueron nuestros corredores. Desde la época de Perico, luego Indurain, y mas tarde la generación de Contador, Purito y Valverde, siempre hemos estado en la cima del ciclismo, en lo mas alto de la cadena alimenticia.

Con la retirada de estos últimos, nos entró una especie de pánico a no ser el depredador mas fuerte, a no tener un relevo generacional que siguiese asegurando nuestro dominio en la elite mundial y por tanto nuestra sed de victorias. Ello unido al desarrollo de nuevas potencias mundiales en el mundo de las dos ruedas, que hace cada vez más difícil ganar, creó una especie de psicosis colectiva según la cual el futuro del ciclismo español estaba más que negro.


Pero he ahí que, como el Lince ibérico, esa especie a la que casi nadie ve, pero que esta ahí agazapada en nuestros bosques y cuando menos te lo esperas aparece de la nada, surgieron los Ayuso y Rodriguez, dos corredores llamados a ser elite mundial, a luchar por ser el depredador más fuerte.

Y no solo eso, sino que detrás de ellos (pese a que hablamos de dos corredores super jóvenes) se está criando toda una camada de jóvenes talentos, algunos de apellidos ilustres como Beloki o Arrieta, y otros mas desconocidos pero que han pegado un zarpazo enorme en el recién finalizado Giro sub-23. Hablo de Pablo Torres (apenas 18 años) y Pau Miquel, 2º y 3º de la Corsa Rosa respectivamente, y ya en estructuras tan fuertes como el UAE de Matxin o el Israel Cycling Academy.

Pero es que, si aún teníamos dudas, muy poco por detrás (en edad quiero decir) vienen un par de cachorros que no hacen mas que triunfar en habitats donde el ciclista español raramente lo conseguía (pruebas internacionales y grandes clásicas de categoría juvenil), hablo por supuesto de Hector Alvarez y Adriá Pericas.

Dos ciclistas del año 2006, con un curriculum impresionante, y ya fichados para 2025 por estructuras tan poderosas como Trek y UAE.

Y para muestra un botón. Este mismo fin de semana, en la jungla de la Vuelta al Besaya internacional, donde la manada de lobos se organizó para atacar en todos los frentes sabiéndose mas fuertes, mejores, mas preparados, superiores. Manejando el rebaño a su antojo, hasta que apareció el lince iberico, Adriá Pericas, un único zarpazo, solo uno, en cuanto la carretera entró en el bosque de Brenes, cuesta arriba, su hábitat favorito…y volvemos a ser el depredador mas fuerte.


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