La temporada empieza con polémica

Comienza la temporada 2021 con polémica, en este caso creada por la propia UCI, con sus cambios y prohibiciones.

Hablamos por supuesto de la prohibición de hacer descensos con el método Froome (por decirlo así) y de llevar los antebrazos apoyados en el manillar. Ambas prohibiciones entran en vigor  ahora a principios de temporada y han levantado mucho debate

Tanto, que yo no acabo de decidirme por estar a favor o en contra. Por un lado, y haciendo caso a mi lado prevencionista, como en cualquier otra profesión, hay que mirar por la seguridad de los profesionales.  Esos descensos en posición ovillo, sobre el tubo horizontal de la bicicleta, suponen un riesgo claro, por la velocidad, por la falta de estabilidad (no olvidemos que la bici no está diseñada para ser estable en esa postura) y porque ese riesgo que se está tomando no afecta solo a un corredor (el que lo hace) sino a los que están alrededor. Lo mismo podemos decir del tema de los antebrazos en el manillar (salvo que es algo que solo se hace cuando se va tirando o en solitario). 

Por otro lado, si que es un caso claro de limitar la libertad del ciclista. Al final es un deporte de riesgo, en el que cada uno intenta aprovechar sus ventajas al máximo para poder ganar, en el que a veces las victorias se decantan por segundos y esto es una cosa mas. ¿Por qué sino se incluyen descensos peligrosos? ¿Por qué se corre cuando llueve? ¿Por qué se pasan por rotondas, setos, obstáculos de todo tipo? ¿Qué pasa con las motos de carrera?.

Pese a que no acabo de decidirme para un lado u otro, si que le veo mucho mas sentido a regular este tipo de cosas que a otras con las que se mete la UCI como la largura de los calcetines, el peso mínimo de las bicis o el ángulo al que se lleva el sillín en una crono.

Como va a ser imposible ponernos de acuerdo todos en esto, lo voy a dejar aquí. La conclusión clara, al menos para mi, es que mientras se hable de ciclismo es positivo. Un poco de polémica nunca viene mal.