Cuando España tuvo a su Evenepoel: Miguel Morrás

Hubo una epoca, antes de los Indurain, Olano, Astarloa, Freire o Valverde, en la que el ciclismo español tuvo a su Remco Evenepoel particular. No lo recordamos, pero el primer campeón del mundo español de ciclismo fué Miguel Morrás.

Fué en categoría juvenil, en 1994, en Quito, entrando en solitario tras 42 kms de escapada, en uno de los mundiales mas duros que se recuerda. Pero Miguel fué mas que un campeón del mundo.

Empecemos por el principio, que al igual que la estrella belga, fué en el futbol. Miguel ya jugaba en la selección navarra cadete frente a jugadores como De La Peña o Guti, cuando el Athletic intentó ficharlo para sus categorías inferiores. Pero Miguel prefierió el ciclismo.

En categoria juvenil con el Estella, se convirtió en imparable. Uno de nuestros mejores corredores con 19 temporadas como profesional, Angel Vicioso, que en aquella epoca corría con el famoso Donuts aragonés, lo recuerda bien: "No he vuelto a ver un talento igual, ni como espectador, poniamos a todo el equipo a tirar y no había manera de cogerle". Ganó 32 carreras de 64 esa temporada.

Con este bagaje, le convocaron para el mundial de Quito, con la duda de como se convertiría ante los holandeses, franceses, belgas, etc. La respuesta ya la teneis: arrasó convirtiendose en el primer campeón del mundo español, con Eladio Jimenez escoltandole en el podio con su medalla de bronce. En esa selección estaban entre otros Pablo lastras y Paco Mancebo.

Jaimerena no tardó en ficharlo para el potente Banesto amateur, en donde siguió ganando con descaro. Victoria con record incluido en la cronoescalada de Altzo, segundo en el campeonato de España aficionado tras Ricardo Otxoa, etc. Y todo ello con solo 18 años. Solo estaría una temporada en aficionados.

A los 19, un tal Manolo Sainz lo fichó para su ONCE, dandole su primer contrato profesional. Apuntaba a rutilante estrella mundial, pero tras 24 carreras en la categoría se apagó.

Empezó a quejarse de dolores en las rodillas, los tobillos, los gemelos, sin que nadie diese con su problema. Doctores de la talla de Guillem o Muller - Wohlfarth (actual médico del Bayern y la selección alemana) le trataron, practicamente con igual diagnóstico: el problema es psicológico.

 

El resultado fueron 4 años de ostracismo en la ONCE sin correr, al terminar los cuales, en 1999, solicitó la jubilación deportiva por lesión. No hubo manera de que volviese a competir, no hubo manera de saber cual era su problema. Miguel siempre dijo que le faltó un año mas de aficionados, que pasó demasiado pronto.

Sea como fuere, el que iba camino de ser una estrella mundial, el sucesor de Indurain, abandonó el ciclismo sin hacer ruido, por la puerta de atrás. Nuestro Remco Evenepoel, desapareció totalmente de la escena ciclista.

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