Van Aert y Ayuso en el “Opening Weekend”
Primer gran fin de semana de
clásicas en la temporada 2024 y protagonismo de los dos grandes buques insignia
del ciclismo como son UAE y Visma.
Cara y cruz para los primeros, que
han visto como perdían todas las opciones de ganar la carrera de casa en la
última etapa (UAE Tour) con el inexplicable desfallecimiento casi al mismo
tiempo de sus dos lideres (Vine y McNulty), mientras Ayuso arrasaba en Francia
(haciendo primero y segundo en las dos clásicas) con la complicidad de Hirschi.
Y tanto Polit como Wellens hacían pódium en las clásicas belgas.
Llama la atención el estado de forma
de Ayuso, que ante una competencia nada desdeñable (con otro corredorazo como
es Skjelmose como máximo representante) ha dominado el terreno francés como si
de un veterano se tratase, quedándose muy cerca de ser el primer corredor de la
historia en ganar las dos clásicas francesas en la misma temporada.
Todo de cara para los segundos, que
se han llevado las dos primeras clásicas belgas de la temporada con una
superioridad que asusta. El sábado con la victoria de Tratnik, pero que podría
haber sido perfectamente la de Laporte, Van Aert o Jorgenson. El domingo con el
paseo triunfal de un Van Aert que controló la carrera de principio a fin, e
hizo lo que quiso cuando quiso.
Lo mismo que Vingegaard en Galicia,
en la que prácticamente ha arrasado, siendo u autentico caníbal, ya que salvo
el paseo de la crono se ha llevado el resto de etapas y la general.
Me llama la atención dentro de Visma
esa diferencia de caracteres entre sus grandes lideres, por un lado, el danés
de exhibición tras exhibición, sin necesidad de tener que hacerlas para
llevarse las victorias, pero seguramente ligeramente picado en su orgullo por
la forma en que ganan sus grandes rivales (Pogacar, Evenepoel, Van der Poel) y
intentando evitar que no se le considere tan bueno como estos últimos. Por otro
lado la facilidad del belga (Van Aert) para dejar adjudicarse a compañeros las
victorias que por derecho propio le pertenecen y se le adjudican, para ser
luego objeto de críticas porque no gana tanto como su archirrival Van der Poel.
Mi valoración de esto último es, que
efectivamente creo que a Van Aert le sobra motor (para mi el segundo mejor
ciclista actual después de Pogacar) y le falta mala leche para imponerse en su
equipo como líder único en las clásicas y dejar de ser tan generoso. No tengo
ni una duda de que si corriese en un equipo menos potente y en el que todo el
mundo estuviese a su disposición (tipo Van der Poel en Alpecin o Evenepoel en
Soudal) ganaría el doble de carreras, pero la realidad es la que es y tal vez
piense que fuera de Visma hace mucho frío.
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